Hasta el día de ayer, Jardín Natural Jamchen, que
hace unos veinte años era un desierto con algunos almendros, logró abarcar unos
7.000 metros cuadrados de bosque Natural de alimentos (bNa) en estado de climax.
Un espacio de naturaleza donde se practica Agricultura natural que, salvo algunas
pequeñas zonas aún no acabadas, ofrece una amplia diversidad en todos los
estratos posibles, desde el suelo hasta los aires, con más de ciento veinticinco
diferentes especies de árboles, silvestres y frutales, y muchísimos más de
arbustos pequeños, hortalizas, aromáticas y una vasta gama de leguminosas y
otras silvestres de cobertura.
Hasta el día de ayer, Jardín Natural Jamchen, como bNa
casi completado, denso y verde que es, daba sobradamente alimento de hortalizas
y frutas a una familia, y podía mantener, además, un pequeño suministro a algunos
vecinos que podían comprar en un grupo de consumo natural que fue creado desde
aquí.
Pues bien, en el día de hoy, comienza un nuevo reto para
este jardín, ya que hemos adquirido una nueva parcela colindante en estado
total de abandono. JNJ contendrá ahora una hectárea de terreno, con lo
que el nuevo 30 % se integrará al total de nuestra responsabilidad, según lo
establecido en el principio de bosque natural de alimentos y los esfuerzos que
quedan para lograr de nuevo la completud que perdemos con esta integración, no son pocos.
Con este proyecto, este espacio intentará demostrar que el
concepto de bosque Natural de alimentos, según la Agricultura Natural de Vida
Natural Consciente, se puede amplificar más allá de nuestras propias fronteras.
Esta es la forma que la AN actúa, no crea espacios acotados, aislados y
estrechos, de élites o de aparentes desistematizados, sino espacios y lugares de
Naturaleza y de práctica de vida rural auténtica, totalmente amplificables y abiertas al mundo. Los
bNa, con su fuerza propia, son como centros de vida verde que generan más vida
hacia afuera, como corazones que pulsan la sangre, con toda su fuerza de existencia, a todo el cuerpo que representa, hasta la punta de los dedos. Tales cuerpos que se generan, a su vez actúan
hacia afuera sin perder, en ningún momento, su identidad, logrando una fuerza
poderosa a favor de lo auténticamente natural, que no contempla ningún rasgo de
artificialismo y que se encara con dignidad a él.
Si todos los agricultores de este país, y más allá de este país,
practicáramos la Agricultura Natural, todo el espacio, desde una punta a la
otra, sería un maravilloso vergel de convivencia lleno de pura vida. Algo que
nos merecemos y que la Naturaleza fuera de nosotros también merece. No dejemos nunca de practicar Agricultura Natural,
amplifiquémonos en esa fuerza verde. Depende exclusivamente de nosotros
agricultores, gentes humildes que vivimos en el campo, para el campo y por el
campo.
En la imagen primera que muestro hoy, observamos los altos
de la nueva finca que lindan con el bNa, en esta zona cumpliré con un sueño,
que será albergar, suficientemente amplia y desde sus más tiernos comienzos, una viña con especies autóctonas,
que aspira a estar completamente integrada en el futuro bosque. En la imagen
segunda es la parte media, una zona preciosa con ambiente chinescos, donde intentaremos
vivificar el aspecto contemplativo, entre arboledas de nogales, avellanos y,
seguramente, pinos asiáticos que se alzarán con sus movimientos curvos y sutiles entre las
rocas. La tercera imagen, es la parte baja de bancales antiguos, donde, como ya conocemos y es habitual, estarán
los frutales más delicados, también integrados con su parte silvestre.
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