La razón de este maravilloso climax de bNa expresado, es
debida a la acción en tierra, fuego, agua y aire de los árboles y de todos los
vegetales de cobertura conjuntados. El alimento humano proviene del bosque,
allí fue donde nacieron las primeras plantas que posteriormente fueron
domesticadas para nuestro consumo; es por ello que, devolver a la Naturaleza lo
que le es correspondido, es devolvernos a nosotros mismos la máxima cualidad de
nuestra existencia.
Casi la totalidad de las hortalizas que cultivamos, las
germinamos nosotros cuidadosamente en almácigas naturales o directamente en
tierra, dependiendo de la especie. En relación a la imagen que muestro hoy,
podemos ver una especie de lechuga que estamos introduciendo que se ha adaptado
perfectamente. Este año, estamos cultivando unos seis diferentes tipos de
lechugas, dos de las cuales son autóctonas de estas tierras, y las otras
provenientes de otros lugares. Las vamos integrando en diversos ambientes,
observando los grados de la tierra y las plantas -véase práctica de grados en
Tratado de Agricultura Natural-, hasta localizar su fluir y tendencias. Después
de la experiencia, sacamos conclusiones y nos quedaremos con las que mejor se
hayan adaptado.
Continuamos con el gran devenir de la Agricultura Natural,
que es la máxima de este presente evocador que nos lleva al mayor logro posible
y a la mejor posible humanidad.
Justo acababa de escribir este artículo, y la abundancia de
la recolección de cada día entraba en casa, en devenir pasado y futuro, esta
vez, dos hermosos repollos, uno de ellos pesaba un kilo. Elaboraremos un rico y
saludable chucrut.
Felices devenires primaverales.
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