martes, 7 de septiembre de 2021

De lo inmutable en la Agricultura Natural -la trascendencia de la patata-

 

Hay muchas personas que piensan que la Naturaleza es todo aquello que es salvaje, o silvestre, sin el humano incluido y cuando piensan en agricultura, están imaginando a un humano destrozando – o laboreando a su antojo- esa naturaleza silvestre o salvaje. Con esa bipartición, nos encontramos dos partes bien definidas: lo humano, por un lado -artificial-, y lo natural por otro.

Esta forma de pensar, es lo que nos ha partido en dos y lo que nos está dando numerosos quebraderos de cabeza, puesto que somos tan naturales como cualquier otro ser vivo de la Naturaleza. Como al humano le cuesta concebirse así, debido al libre albedrío que tiene, que le da la capacidad para modificar sustancial y cualitativamente su entorno, y junto a razones históricas ya argüidas, sobre la rivalidad de las personas con su entorno, sigue manteniendo su bipartición a toda costa, dirigiéndose a mantenerse no natural, pro-artificial-, con el consecuente artificialismo.

Con la nueva concepción de Naturaleza, sobrevenida de la misma Agricultura Natural, que contiene humano y contiene naturaleza, dejamos muy claro que no existe tal bipartición de manera esencial, pero sí existe, sin embargo, la posibilidad de que los humanos dejen de ser naturaleza debido al mal uso de su libre albedrío, dando lugar a que el artificialismo se enfrente a su propia cualidad innata de naturaleza y, con ello, se condene a su propia destrucción.

Por todo ello, una vez posicionados en lo natural, que incluye todo lo que está por la naturaleza con humano, la AN, que aspira a tal integración, no puede ser considerada como una simple técnica, así como tampoco puede ser una, ni única, ni abarcar lo absoluto al antojo personal, pues contiene infinitas formas, en función de cada naturaleza, con lo que depende mucho de cada persona y sus experiencias personales.

 

Si agudizamos más, y afianzados en lo pro-natural, podemos darnos cuenta de que lo que llama a muchos en tanto que trascendencia de la AN, como posible reveladora técnica del vacío o de otras aspiraciones espirituales, no es más que una cualidad más, sin ser esta únicamente así. Para empezar, el vacío no es la "nada", pues ésta no existe en el ámbito de la vida; por ello, el vacío, en tanto que existente, también lo contiene todo, y esto le da una cualidad que va más allá de la apariencia relativa y, a su vez, está dentro de esa apariencia relativa. Por otro lado, toda particular aspiración espiritual no es el "todo", porque éste no puede estar contenido en una tendencia, y, mucho menos en una verdad.


En el ámbito puramente mental, el conocimiento es lo que es, y del mismo modo que existe el conocimiento del vacío, también existe el conocimiento del mundo relativo, y ambos son sublimes, si están conectados el uno con el otro. Es, por esta otra sencilla razón, de que la AN, que es mental -inmaterial- y es material, jamás puede llegar a ser únicamente técnica, pues, siendo así, solo sería partícipe del mundo relativo de la más pura materia. La naturaleza se mueve entre esos dos mundos, y nosotros, siendo partícipes directos de lo material y lo inmaterial conjuntamente, no podemos decir que la AN es solo material, ni siquiera un medio material de trascendencia, pues la misma trascendencia, que viene a través de la mente, está contenida en lo material y lo inmaterial. Por estas razones, vistas muy someramente, podemos afirmar que la AN es natural y es consciente, es decir, es trascendente también. Y esto, ni más ni menos, contiene lo espiritual. Decimos que lo espiritual es lo inmaterial, y esto puede estar dirigido al conocimiento y la experiencia del vacío, o puede contener otras formas de trascendencia.

Desde aquí, cada cual elije lo que desea caminar, pero la AN, aunque diversa, es inmutable en sus sentidos profundos, no puede, por condiciones particulares, dejar de contener las dos partes de su condición, esto es: natural y consciente, porque entonces, dejaría de ser natural inmediatamente y sería, sencillamente, agricultura dentro de la bipartición. ¿podemos decir entonces que cultivar de forma natural patatas tiene alguna trascendencia?