miércoles, 20 de marzo de 2024

Es demasiado fácil, pero no interesa.

La democracia es la aspiración del ser humano por alcanzar un estado generalizado y justo de bienestar. Entendamos que bienestar significa un conjunto de virtudes humanas a las que todos aspiramos y están basadas en la comodidad, la paz, la tranquilidad, la holgura, la placidez, la dicha, la libertad, la abundancia, la ética y la felicidad, entre otras. En el momento que un sistema ideológico, legislativo y ejecutivo, irrumpe para generar un estado generalizado e injusto de malestar, donde no solo no son respetadas tales virtudes, sino que, además, está generando una lista de desvirtudes fatales, tales como son el miedo, el conflicto, la pelea, la intranquilidad y angustia, la escasez, la infelicidad, la falta de libertad, etc.; a partir de ese momento, hay una lucha contra la democracia y el estado justo de bienestar, con lo que ese sistema no es ni democrático ni justo. 


Se cree y se promueve la idea de que el estado del bienestar obsoleto ha estado basado en las tecnologías del siglo XX -lavadoras, teléfonos, agua corriente y caliente, frigoríficos, etc.- , el mercado libre -capitalismo- y el consumo sin límites, entre otras muchos adelantos, y que esto es lo que ha provocado las contaminaciones diversas y la destrucción del medio ambiente. Con esta premisa, los sistemas anti-tecnologías clásicas, enfocados en la supuestas catástrofes que provocan nuestro confort, con la intención de salvar al medio ambiente, intentan destruir a las tecnologías clásicas; con ello, aunque confían en sus alternativas y creen asegurar el grado de bienestar, podrían estar atacando los cimientos del estado real del bienestar -con todas sus virtudes incluidas-, la libertad y la democracia. 


Ahora la pregunta que debemos hacernos es: ¿Realmente es necesario destruir la virtud, y con ello al ser humano, para supuestamente salvar un planeta herido? La respuesta es clara y contundente: No es necesario, en absoluto. Es más, es un insensato y tremendo error, ya que podemos, perfectamente, conservar el estado real del bienestar sin destruir ni el medio ambiente, ni las libertades, ni la democracia. Pero claro, hay que entender bien qué significa ese estado de bienestar y estar dispuestos a aceptar la verdad de lo que está sucediendo y los necesarios cambios de paradigmas desde todos los lados, es decir, desde todos sus extremos. Para dar respuesta a ello, las altas tecnologías y los gobiernos aliados planean un sistema de supuestas alternativas, pero atendamos bien a los extremos que se engarzan, que no cuentan explícitamente y a los aspectos reales de ese supuesto bienestar que plantean. 


Sabemos certeramente que si dejáramos el mercado de capitales libre, lo que sucedería es que nos encontraríamos en fases contractivas de crisis y expansivas de abundancia, con lo que el sistema de bienestar solo sucedería en las fases expansivas. Esto es lo que ha venido sucediendo desde que comenzara la revolución industrial, por ello, para evitar tales crisis, con la excusa de conservar el bienestar y sus riquezas consecuentes, los gobiernos actuales, ahora muy poderosos, protegen el mercado inyectando dinero. Este proceso implica mantener el sistema de capitales de manera virtual, lo que nos lleva a otro problema mayor, una inflación tal que solo puede ser mantenida con un sistema de subvenciones. Las soluciones que se plantean se conjuntan con sistemas de poder extremos por parte de las industrias y los mismos gobiernos. El crecimiento económico y el sistema de poderes termina siendo desorbitado, más allá de toda realidad material, hasta tal punto que el acontecimiento virtual gana la partida sobre todo acontecimiento material y los nuevos promotores alcanzan cotas inimaginables de poder. Este proceso ha permitido que las grandes compañías tecnológicas se hayan aliado con algunos gobiernos cómplices para crear ese nuevo paradigma, donde se mantendría un supuesto sistema de bienestar que permitiría, al mismo tiempo, un supuesto sistema de sostenibilidad ambiental y que conllevaría la destrucción de la industrias clásicas


En realidad, lo que sucede es que, dando un paso extralimitado con la alta tecnología, el humano se convierte en un ser cómodo y controlado gracias a un simple cambio de poderes, con apariencia de sostenibilidad en el bienestar humano-medio ambiente. Digamos que, para sostener un determinado y extraño tipo de bienestar, inventado e inducido, se conserva el liberalismo económico llevado al extremo que solo sería posible para unas pocas personas -supramillonarios- y un liberalismo social llevado al extremo que mantendría al resto de las personas -supragobierno-, con lo que, al final, no existe ni bienestar, ni justicia social, ni económica, salvo para esos pocos. Es decir, hablamos del liberalismo económico y gubernamental más feroz que existe, con una inmensa mayoría privada total de libertad y mantenida en un falso bienestar, según los criterios subjetivos de unos pocos


El falso bienestar del que hablo es la gran amenaza, pues se trata de llevar la comodidad al exceso innatural, justificando con ello la conservación de un bienestar que en realidad no existe. Dicho de otra manera, el humano, que ya no se esfuerza para nada, vende su libertad y su real bienestar, por un bienestar falso acomodado que le roba, en realidad, toda la auténtica virtud que contiene en su estado natural. 


Las tecnologías clásicas primeras con sus sistemas de capitales libres, unidas a un sistema social protegido, nos dieron la oportunidad de generar el estado de bienestar, que duda cabe, sin embargo, tampoco cabe duda que llevarlo a cabo, tal y como se hizo y se ha hecho hasta ahora, ha provocado numerosas formas de destrucción en el medio ambiente. Si miramos someramente, parece que las dos partidas: liberalismo económico democrático y destrucción del medio ambiente, vienen unidas y que, si queremos salvar el medio ambiente, hay que destruir las industrias clásicas y, con ello, renunciar al bienestar que conocemos; sin embargo, no se trata de destruir nada, sino de acoplar las cosas en sus entornos sensatos y no extremos, ya que ni el exceso de producción y consumo, ni la excesiva comodidad, ni el liberalismo económico extremo, ni la existencia de supragobiernos poderosos, conllevan bienestar alguno, es más, generan todo lo contrario.  


Los inventos que nos dieron el bienestar son los que son, no hay mucho más que inventar. El cuerpo humano que se nos fue ofrecido, es lo que es, no hay mucho más que lograr de él, como decía un compadre, “un conejo no fuma y él también muere”, pero eso no debe alejarnos de la idea de no excedernos en el consumo del tabaco o de otra cosa. La destrucción del humano y del medio ambiente reside, exclusivamente, en la desmedida ambición por controlarlo todo, por desearlo todo


Las virtudes humanas y las necesidades básicas suficientemente bien cubiertas, con parquedad en los deseos, son el único bienestar posible que existe para los humanos y para el ambiente que le rodea. 

Todo lo demás es ambición y maquinarias de poderes funcionando para intentar controlar todo acontecimiento. 


Sin dejar de crecer y ser lo que somos, con un adecuado reparto de tierras y recursos, la eliminación de todo el consumo inútil y sus estúpidas tecnologías que hacen corporal y mentalmente torpe al humano -hay una larga lista-, una legislación acorde que limite los extremos y promocione el respeto, la libertad, la ética y las demás virtudes, cabría un liberalismo económico -básico y sensato- y gobiernos con sistemas sociales coherentes y respetuosos -básicos y sensatos- albergando limitaciones materiales, espaciales y temporales lógicas, funcionando con tecnología muy elemental. Con esa tecnología elemental, cualquier útil y máquina básica necesaria -lavadoras, frigoríficos, teléfonos, ordenadores, coches, etc.-, podrían consumir la mitad de energía, o más, ser muy simples -de fabricación y uso- y durar varias generaciones, si no hubiera, entre otras cosas, ni obsolescencia programada, ni poderes extremos de por medio

Con las mismas premisas y con prácticas agricultoras y ganaderas respetuosas garantizadas que proporcionasen la restauración de los ecosistemas, eliminasen por completo el uso de químicos inútiles y peligrosos variados y la intervención genética, entre otras medidas propuestas por la agricultura natural, con la mitad del alimento producido actualmente, se podría abastecer a toda la humanidad y nadie pasar hambre.


Simplemente con ello, se reduciría la gran mayoría de las incidencias humanas negativas al medio ambiente y nadie sufriría cambio alguno, sino mejoras, en su bienestar y en la conservación de sus virtudes y su desarrollo espiritual. Las medidas a tomar serían muy sencillas, prácticas y directas y solo arruinarían a los poderes multinacionales y a los gobiernos, que son muy poquísimas personas y los únicos interesados en mantener el liberalismo económico extremo y el liberalismo social extremo, con el obsesivo control de las personas y el medio.   


viernes, 23 de febrero de 2024

Calentamiento global antropogénico (AGW) o calentamiento global natural (NGM)


Interesante artículo, traducido al castellano, escrito por el muy reconocido geólogo, paleogeofísico y geodinámico sueco Nils-Axel M
örner. La ciencia habla, el mundo debe reflexionar. Es tiempo de indeterminabilidad y defender el conocimiento científico en su rango universalmente válido y no solo en su rango idealmente válido. Si los idealismos toman su derecho de ser ciencia o conocimiento, sin el consenso universalmente válido, no es ciencia válida sino opinión:

 

Nils-Axel Mörner


Voice of the Publisher, 2018, 4, 51-59 

http://www.scirp.org/journal/vp 

ISSN Online: 2380-7598 ISSN Print: 2380-7571 

Calentamiento global antropogénico (AGW) o calentamiento global natural (NGM)

Nils-Axel Mörner 

Paleogeophysics & Geodynamics, Stockholm, Sweden 

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How to cite this paper: Mörner, N.-A. (2018) Anthropogenic Global Warming (AGW) or Natural Global Warming (NGM). Voice of the Publisher, 4, 51-59. https://doi.org/10.4236/vp.2018.44005 

Received: September 20, 2018 Accepted: October 15, 2018 Published: October 18, 2018 

Copyright © 2018 by author and
Scientific Research Publishing Inc.
This work is licensed under the Creative Commons Attribution International License (CC BY 4.0). http://creativecommons.org/licenses/by/4.0/ 


Resumen 

El concepto de calentamiento global antropogénico (AGW) provocado por el aumento del CO2 atmosférico se compara con el concepto de calentamiento global natural (NGW) provocado por la variabilidad solar. La aplicación del concepto AGW sólo se basa en modelos, mientras que el concepto NGW se basa en múltiples hechos observacionales y basados en pruebas. Más aún, la variabilidad solar a largo plazo predice un nuevo Gran Mínimo Solar con graves condiciones climáticas (tipo Pequeña Edad de Hielo) en 2030-2050. Esto contradice todo lo que se dice sobre un calentamiento global creciente, incluso acelerado. Del mismo modo, no se trata realmente de una futura subida del nivel del mar que inunde las tierras bajas y las islas. 


Palabras clave 

Calentamiento global, Forzamiento CO2, Forzamiento solar, Temperatura, Nivel del mar


1. Introducción 

La verdadera ciencia avanza mediante el cuestionamiento y la acumulación de nuevos hechos observacionales. Ya hace mucho tiempo que dejamos atrás el dogmatismo. Si la evolución de la Tierra avanza por la vía del gradualismo y el catastrofismo, la ciencia propiamente dicha avanza más bien por la vía del desarrollo de nuevos conceptos (experiencias individuales "ajá" o "eureka"), hechos observacionales o resultados de experimentos. Sigue el camino: observación-interpretación-conclusión. 

En el mundo moderno de los nuevos medios de comunicación, las noticias falsas y la ciencia falsificada pueden difundirse rápidamente. De ello se aprovechan los grupos de presión. La frontera entre el realismo y los "hechos" falsificados (fake news) se vuelve invisible. 

Todo se remonta a principios de los años 70. El meteorólogo sueco Bert Bolin planteó la cadena de causas y consecuencias del aumento del CO2, el incremento de la temperatura global, el deshielo de los glaciares y la subida del nivel del mar. En 1973 se produjo la primera crisis del combustible. Olof Palme, Primer Ministro sueco y viejo amigo de Bolin, vio inmediatamente nuevas posibilidades y un argumento de peso para abandonar la dependencia del petróleo y desarrollar rápidamente nuestra industria nuclear ("si en 1990 no tenemos al menos 24 centrales nucleares, no sobrevivirá como nación industrial"). Ya en 1975, el temor a un futuro aumento del contenido de CO2 en la atmósfera se manifestó en la declaración gubernamental sueca.

Palme se dio cuenta de que no podría controlar la ciencia, por lo que propuso la creación de un nuevo organismo intergubernamental dentro de las Naciones Unidas que se ocupara de la cuestión. La Primera Ministra Gro Harlem Brundtland captó el mensaje y lo plasmó en el Informe Brundtland de 1988. Nació el IPCC y Bolin se convirtió en su primer presidente con una misión básica: "documentar el calentamiento global antropogénico"; es decir, el objetivo se fijó antes de iniciar el proyecto. El Sol se dejó fuera a propósito "porque éste es un proyecto de meteorología y oceanografía", dijo. 

Así que todo estaba mal desde el principio. Los informes del IPCC se sucedían cada 4 años. Pero la ciencia no estaba en el centro. Cuando, en 1999, fui el revisor experto del capítulo sobre el nivel del mar, quedé profundamente conmocionado. Este capítulo estaba muy mal escrito y muy por debajo de los estándares de revisión aceptados. Además, estaba escrito por un grupo de 33 autores, ninguno de los cuales era especialista en el nivel del mar. 

Como proyecto especial de investigación de la Comisión INQUA sobre Cambios del Nivel del Mar y Evolución Costera, puse en marcha un Proyecto Internacional sobre el Nivel del Mar en las Maldivas. Rápidamente obtuvimos datos de observación concluyentes de que el nivel del mar no estaba en absoluto en rápido ascenso en las Maldivas, y que incluso había descendido entre 10 y 20 cm en los años setenta. La historia del IPCC sobre el nivel del mar se reveló como un vergonzoso fraude, y en 2007 publiqué un folleto con el título La mayor mentira jamás contada [1].

En su libro "Evidence-Based Climate Science" [2], Easterbrook concluye: Debido a la ausencia de pruebas físicas de que el CO2 cause el calentamiento global, el único argumento a favor del CO2 como causa del calentamiento descansa enteramente en el modelado informático. 


2. El clima siempre cambia 

El clima siempre cambia, tanto a largo plazo como cada cien años y cada década. De 1970 a 2000, la Tierra experimentó un "calentamiento global" de aproximadamente +0,6 ̊C. El IPCC y sus defensores afirman que esto se debe a la emisión de CO2 provocada por el hombre, es decir, al calentamiento global antropogénico (AGW). Nosotros, los realistas del clima, afirmamos que esto no tiene sentido y que todo el calentamiento actual se debe a las variaciones naturales normales del clima, es decir, al calentamiento global natural (NGW). 

Hay tres formas de probar la hipótesis del AGW: 1) probando la relación entre el contenido de CO2 y la temperatura mediante experimentos, 2) mirando hacia atrás sobre los cambios pasados de temperatura, y 3) mirando hacia adelante comparando las predicciones del AGW con las mediciones reales de temperatura.

2.1. Comprobación mediante experimentos 

Anthony Watts repitió el "experimento" de Al Gore en apoyo del AGW [3], y concluyó que era un engaño [4]. Repetidos experimentos de laboratorio bajo un cuidadoso control por parte de un grupo de investigación en Noruega no consiguen documentar que un mayor contenido de CO2 proporcione una mayor temperatura cuando es calentado por la luz [5]. Peter Ward anunció un premio de 10.000 dólares para la persona que mediante un experimento pudiera verificar que un mayor contenido atmosférico de CO2 implica un aumento de la temperatura: sin embargo, hasta ahora nadie ha sido capaz de hacerlo. 

2.2. Investigación de las variaciones pasadas de la temperatura 

La temperatura media global ha fluctuado en los últimos 170 años (Figura 1, [6]): bajando 0,6 ̊C 1878-1910, subiendo 0,6 ̊C 1910-1945, bajando 0,3 ̊C 1945-1975, subiendo 0,6 ̊C 1975-2003 y bajando 0,05 ̊C 2003-2018. El IPCC y sus defensores sólo consideran el periodo 1970-2000 de aumento de la temperatura porque sólo este periodo tiene cierta similitud con el aumento del CO2. El aumento de la temperatura en 1910-1940 es igual de grande y rápido. Pero este aumento no puede tener nada que ver con el CO2, por lo que es un indicio muy fuerte de un forzamiento no-AGW. Por supuesto, lo mismo puede decirse de los tres periodos de descenso de la temperatura. Lo que sí está claramente documentado es una ciclicidad de 60 años. Este ciclo es fundamental en la ciencia de la Tierra [7] [8] y tiene su origen en el forzamiento solar por Júpiter [9]. Por consiguiente, el gráfico de la figura 1 muestra una manifestación del concepto NGW opuesta al concepto AGW.

2.3. Investigación de las predicciones 

En los escenarios del IPCC es habitual hacer predicciones hasta el año 2100. Con la aplicación de 102 modelos diferentes basados en el CO2, el IPCC afirma que la temperatura global en 2100 aumentará hasta +2,7 ± 0,7 ̊C. Sin embargo, la temperatura observada tanto en la superficie de la Tierra como en la troposfera no concuerda con esta afirmación. Más bien indican una temperatura por debajo de +1 ̊C en 2100 (Figura 2, [10]). 

N-A. Mörner

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Figura 1. Cambios cíclicos de la temperatura global Cambios cíclicos en la temperatura global durante los últimos 170 años, proporcionando una manifestación del concepto NGW y el forzamiento solar. 


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Figura 2. Los modelos AGW del IPCC sugieren un rápido aumento de la temperatura global, que no está validado por las mediciones observacionales. Este es otro argumento de peso a favor del forzamiento no AGW, sino NGW. 

Cuando las observaciones no se ajustan a los modelos, es evidente que son los modelos los que están equivocados. Sin embargo, en el extraño mundo del IPCC, son los hechos observacionales. El contraataque del IPCC incluye la alteración de los datos observacionales, la contradicción de puntos de vista alternativos, el descrédito de los oponentes y el empleo de empresas profesionales de lobby (acuñando noticias falsas como "el 97% de todos los científicos están de acuerdo", "consenso" y "la ciencia está asentada"). 

2.4. AGW frente a NGW 

En conclusión, las tres pruebas de aplicación de la hipótesis del AGW fracasan totalmente a la hora de validar esta hipótesis. Sin embargo, las tres pruebas apoyan firmemente el concepto de NGW. 

En condiciones científicas normales, esto sería suficiente para abandonar la hipótesis del AGW y recurrir a soluciones alternativas, es decir, el NGW. Esto implica que el Acuerdo de París de 2015 se basó en modelos incorrectos y en una vergonzosa ignorancia de los hechos científicos.

La Tabla 1 resume las diferencias entre los conceptos AGW y NGW. La AGW está impulsada y mantenida por el poder populista. Sólo NGW tiene a la ciencia de su lado. 

Sin embargo, como la hipótesis AGW del IPCC es un producto de Naciones Unidas, ha llegado a obtener un estatus populista casi incuestionable. Sin méritos propios, pero debido a su estatus en la ONU (y en la UE), la idea del AGW sigue avanzando y formando la base de decisiones internacionales y nacionales. 

En 2015, se fundó un Comité Independiente de Geoética [11] con la misión de "alzar la voz y utilizar la espada de la verdad cuando se dejen de lado los hechos científicos, las pruebas observacionales y las leyes físicas, y cuando se violen los principios geoéticos". 


Tabla 1. Comparación entre los conceptos AGW y NGW.  

                     Ciencia                 Lobbyismo           Medios básicos de trabajo

AGW     bajo y retorcido              97%                   el fin justifica los medios

NGW              97%                     sin ética              los hechos hablan por sí solos


 3. Forzamiento solar: Una alternativa mejor 

Necesitamos un forzamiento alternativo al CO2. Numerosos artículos y libros (por ejemplo, [2] [12]-[18]) han demostrado que el principal forzante son las variaciones en la emisión solar de irradiancia y el viento solar (Figura 3, [12] [14]), donde la variabilidad solar está controlada por el latido planetario. 


4. Cambios en el nivel del mar 

Los cambios en el nivel del mar suponen la principal amenaza en el escenario del AGW, ya que afirman que el nivel del mar se encuentra en un modo de ascenso rápido, incluso acelerado. Sin embargo, esta idea se basa en modelos y hechos tergiversados. En el mundo real no hay indicios de una subida rápida del nivel del mar, ni mucho menos de una aceleración. 

Durante los últimos 500 años, los cambios eustáticos del nivel del mar han estado dominados por la redistribución de las masas de agua oceánicas por todo el planeta, un proceso denominado eustasis rotacional [8] [19] [20] [21]. En los últimos 70 años, el nivel del mar se ha mantenido estable (±0,0 mm/año) en las Maldivas [1] [22] [23], Goa [23] [24] y Bangladesh [23] [25] en el océano Índico, y en Fiyi [19] [26], Tuvalu [1] [23] y Vanuatu [1] en el Pacífico. 0 - 1,1 mm/año en el norte de Europa, este de EE.UU. y noroeste de EE.UU. [23] [27] [28].

Esto implica la redistribución de las masas de agua oceánica entre las latitudes septentrionales (por encima de Lat. 30 ̊N) y la región ecuatorial (entre Lat. 30 ̊N y 30 ̊S) en escalas de tiempo cíclicas de 60 años y las alternancias entre Grandes Máximos y Mínimos Solares [8] [19] [24]. Este proceso sólo puede ser impulsado por el latido planetario del Sol y el sistema Tierra-Luna, como se muestra en [8] [20] [21]. 

Una variabilidad eustática del nivel del mar sobre el globo que oscile entre ±0,0 mm/año y 1,0 ± 0,1 mm/año se ajusta perfectamente a los cambios observados en el nivel del mar durante los últimos 300 años [29] [30]. Por lo tanto, la mejor predicción para un cambio del nivel del mar en el año 2100 parece ser de +5 cm ± 15 cm [30], en fuerte desacuerdo con numerosos modelos (todos carentes de validación en hechos observacionales) como se ilustra en la Figura 4 de [31]. 


5. Un nuevo Gran Mínimo Solar en 2030-2050 

Varios científicos (por ejemplo, [32] [33] [34] [35] [36]) han demostrado que, de hecho, nos estamos acercando a un Nuevo Gran Mínimo Solar en torno a 2030-2050. Por analogía con las condiciones climáticas documentadas durante los Mínimos de Spörer, Maunder y Dalton, podemos esperar el regreso de una Nueva Pequeña Edad de Hielo como se ilustra en la Figura 5 (de [34] [35])

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Figura 3. El concepto de forzamiento solar [12] [14], donde el latido planetario afecta a la actividad solar y a la emisión de irradiancia y Viento Solar, que interactúan con la Tierra y sus variables terrestres. 


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Figura 4. Los cambios observados en el nivel del mar durante los últimos 150 años fluctúan a tasas entre ±0,0 y +1,0 mm/año, lo que sugiere un aumento para el año 2100 de unos +5 cm ± 15 cm. Por encima de esto se encuentran los valores del modelo, no validados por las observaciones. 

Esto implica que, en dos décadas, estaremos en la parte baja de un Nuevo Gran Mínimo Solar y en condiciones climáticas como las de las anteriores Pequeñas Edades de Hielo. Esto significa todo lo contrario al calentamiento rápido del IPCC, que fue la base para el Acuerdo de París en 2015. 

Parece un poco irónico, porque, cuando 19 eminentes científicos en 2013 concluyeron [13]: "Esto arroja serias dudas sobre la cuestión de un calentamiento continuo, incluso acelerado, como propone el IPCC", se cerró toda la revista de Reconocimiento de Patrones en Física (ver [14]) p. 126): "Nadie debería ser despreciado en las disputas físicas por sostener las opiniones que resultan agradar más a otras personas". Aun así, todo aquel que cuestione la hipótesis del AGW se enfrentará a un severo desprecio por parte del IPCC y sus defensores.


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Figura 5. Cambios observados en la circulación oceánica y el clima durante los mínimos de Spörer (1440-1460), Maunder (1687-1703) y Dalton (1808-1821), que probablemente se repetirán en el próximo Gran Mínimo Solar de 2030-2050. 


6. Observaciones finales 

Con esto concluye mi revisión de la idea AGW y del concepto NGW. Michael Crichton, en el lanzamiento de su libro Estado de Miedo, dijo: "tras varios años de minuciosa investigación, llegué a la sorprendente conclusión de que el calentamiento global era pura palabrería". 

Dejo en manos del lector la elección entre el aire caliente del AGW y los hechos basados en la evidencia del NGW. 

Para mí, la elección es obvia. Sólo el concepto NGW se basa en la ciencia y en hechos probados. En el plano personal, significa que podemos dejar a un lado el pánico y la histeria climáticos. En el plano nacional, significa que hay que reconsiderar el Acuerdo de París. 

Todos los cambios en el clima y el nivel del mar son cambios naturales que tienen su origen en la interacción planetaria-solar-terrestre. 


Conflictos de intereses 

El autor declara no tener ningún conflicto de intereses en relación con la publicación de este artículo.


References 

  • [1]  Mörner, N.-A. (2007) The Greatest Lie Ever Told. P&P-Print, 20 p.
  • [2]  Easterbrook, D.J. (2011) Evidence-Based Climate Science. Elsevier, Amsterdam, 400 p.

            [3] http://www.climaterealityproject.org/climate-101
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  • [4]  https://wattsupwiththat.com/climate-fail-files/gore-and-bill-nye-fail-at-doing-a-sim ple-co2-experiment/
  • [5]  Solheim, J.-E., Eriksen, T. and Engebretsen, Y. (2016) A School Experiment with Radiation Heating of Small Greenhouses (in Norwegian). Fra Fysikkens Verden, 78, 78-83.
  • [6]  Humlum, O. (2013) Kommentar til FNs klimapalels sammendrag. Report to Kli- marealistene. http://www.klimarealistene.com
  • [7]  Schlesinger, M.E. and Ramankutty, N. (1994) An Oscillation in the Global Climate System of Period 65 - 70 Years. Nature, 367, 723-726. https://doi.org/10.1038/367723a0
  • [8]  Mörner, N.-A. (2015) Multiple Planetary Influences on the Earth. In: Mörner, N.-A., Ed., Planetary Influence on the Sun and the Earth, and a Modern Book-Burning, No- va Science Publishers, New York, Chapter 4, 39-50.
  • [9]  Scafetta, N. (2012) A Shared Frequency Set between the Historical Mid-Latitude Aurora Records and the Global Surface Temperature. Journal of Atmospheric and Solar-Terrestrial Physics, 74, 145-163. https://doi.org/10.1016/j.jastp.2011.10.013
  • [10]  Mörner, N.-A. (2015) New Religion of Global Warming and Its Misconceptions in Science. Journal of Religious Studies, Buddhism and Living, 1, JBL-1-001. http://crescopublications.org/jbl/JBL-1-001.pdf
  • [11]  Mörner, N.-A. (2015) Geoethics: The Principle of Ethics in Natural Science. Pro- ceedings International Conference on Geoethics, Prague, 9-19 October 2015.
  • [12]  Mörner, N.-A., Tattersall, R. and Solheim, J.-E. (2013) Pattern in Solar Variability, Their Planetary Origin and Terrestrial Impacts. Pattern Recognition in Physics, Special Issue 1, Preface, 203-204. https://doi.org/10.5194/prp-1-203-2013
  • [13]  Mörner, N.-A., Tattersall, R., Solheim, J.-E., et al. (2013) General Conclusions Re- garding the Planetary-Solar-Terrestrial Interaction. Pattern Recognition in Physics, 1, 205-206. https://doi.org/10.5194/prp-1-205-2013
  • [14]  Mörner, N.-A., Ed. (2015) Planetary Influence on the Sun and the Earth, and a Modern Book-Burning. Nova Science Publishers, New York, 196 p.
     
  • [15]  Mörner, N.-A., Monckton, C., Gregori, G.P., et al. (2015) Conclusion and Perspec- tives. In: Mörner, N.-A., Ed., Planetary Influence on the Sun and the Earth, and a Modern Book-Burning, Nova Science Publishers, New York, 187-190.
  • [16]  Easterbrook, D.J. (2016) Evidence-Based Climate Science: Data Opposing CO2 Emissions as the Primary Source of Global Warming. Second Revised Edition, El- sevier, Amsterdam, 418 p.
  • [17]  Mörner, N.-A. (2016) The London Conference Volume of Extended Abstracts & Commentary Notes, Third Revised Edition. The London Conference on Climate Change: Science & Geoethics, London, Volume 124. https://www.researchgate.net/publication/306013278
  • [18]  Mörner, N.-A., Matlack-Klein, P. and Araújo, A. (2018) Basic Science of a Changing Climate: How Processes in the Sun, Atmosphere and Ocean Affect Weather and Climate. The Porto Climate Conference, Porto, 7-8 September 2018, 88 p. https://www.researchgate.net/publication/326882331
  • [19]  Mörner, N.-A. (2017) Our Oceans—Our Future: New Evidence-Based Sea Level Records from the Fiji Islands for the Last 500 Years Indicating Rotational Eustasy and Absence of a Present Rise in Sea Level. International Journal of Earth &
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  • [20]  Mörner, N.-A. (2018) Planetary Beat and Sea Level Changes. 54-58.

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  • [21]  The PPT of Paper [20]. https://www.researchgate.net/publication/327427281
  • [22]  Mörner, N.-A. (2007) Sea Level Changes and Tsunamis, Environmental Stress and Migration Overseas. The Case of the Maldives and Sri Lanka. Internationales Asienforum, 38, 353-374.
     
  • [23]  Mörner, N.-A. (2016) Sea Level Changes as Observed in Nature. In: Easterbrook, D.J., Ed., Evidence-Based Climate Change, Second Revised Edition, Chapter 12, Elsevier, Amsterdam, 219-231.
  • [24]  Mörner, N.-A. (2016) Coastal Morphology and Sea Level Changes in Goa, India, during the Last 500 Years. Journal of Coastal Research, 33, 421-434.
  • [25]  Mörner, N.-A. (2010) Sea Level Changes in Bangladesh: New Observational Facts. Energy & Environment, 21, 235-249. https://doi.org/10.1260/0958-305X.21.3.235
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