sábado, 27 de marzo de 2021

Sobre nuestra práctica Natural

 

El maestro Fukuoka habló, profusamente, de la “no discriminación”, refiriéndose a la necesidad imperiosa del ser humano, de templar nuestra actitud analítica. La capacidad que tengamos nosotros de llevar esa templanza, será la misma medida de integración con nuestro medio natural.

No debemos dejar de pensar y volver a ser ancestrales salvajes, ¡ni mucho menos!; es este el mismo error que considerar que el “no hacer”, nuestro 5 principio, es la absoluta no acción. Mantengamos claro que los humanos hemos nacido con la capacidad para pensar y de actuar, con lo que es, totalmente, imposible que pudiésemos dejar algo que está implícito en nuestra naturaleza.

Pero no por ser lo que somos y realizarnos en ello, pensando y haciendo, debemos afianzarnos en el instinto de auto-supervivencia que destruye lo que nos toca desde fuera, por temor a perder nuestra integridad. Este miedo, ciertamente sí ancestral, nos lleva a querer estar por encima de cualquier otra manifestación de la naturaleza, con un sentir acomplejado que quiere controlarlo todo con nuestra mente y nuestra acción consecuente. Esto denota claramente un complejo de superioridad, que no es más, en realidad, que un sentimiento de inferioridad, una terrible falta de consciencia y respeto. Y esto nos crea muchos sufrimientos, a la vez que nos destruye.

Nuestra naturaleza verdadera, que es consciente, no puede ir jamás dirigida allí, ya que la consciencia se mide gracias a la conjunción de aquellas cualidades -hacer-pensar- con la cualidad también de la sensibilidad, que son los sentidos naturales propios que nos conectan directamente con todo lo que nos rodea, es decir, los naturales.  

Por todo lo dicho, a sabiendas de que pensar y actuar son las dos vertientes que se alejan de la Sensibilidad natural -5 sentidos­­-, tales son los cánones artificialistas, no nos queda más remedio, si queremos salvarnos a nosotros y al resto de las manifestaciones naturales, que disminuir la fuerza de esa parte pensante y de acción. Y esto significa, y en esto nos basamos en la Agricultura Natural, una fuerza hacia la “no discriminación” y el “no hacer”, para dejar el espacio necesario para aumentar la fuerza hacia la Sensibilidad natural, en un “sí tocar, sí oler, sí ver, sí saborear, sí respirar, tal cual se manifiestan las cosas; sí, en definitiva, conectar físicamente con el medio.

Lo más grande es que, una vez recuperada la sensibilidad natural y realizada ella, el pensante y el hacer consecuentes son altamente sensibles también, con lo que pensamiento (discriminación) y acción, se unifican en una misma cosa. Y es eso lo que exactamente significa la Consciencia. No hay más misterio. Todo ello fue tratado en los 2 libros de Vida Natural Consciente, ahora, en el Tratado de Agricultura Natural, recién publicado, vemos explícitamente las consideraciones prácticas, en toda su extensión, bajo los prismas de nuestra acción consciente -pensante-sensible- (de cultivo, de alimento, de medicina, etc.), con la Naturaleza. Recordamos que la Naturaleza somos nosotros también, por lo que esas prácticas también relatan las acciones hacia nosotros (en cultivo interior, en alimento, en medicina, etc.)

Qué mayor alegoría para el día de hoy, que la mesa de trabajo junto las almácigas de nuestras semillas que fueron plantadas hace un mes y que ya crecen lozanas...

¡Feliz primavera agrohabitantes del mundo, pues la fuerza de la Agricultura Natural ya es una Agrohabitura para todos los habitantes del campo; y ya está en marcha! ¡Celebrémoslo!


lunes, 1 de marzo de 2021

Un pacto con nuestros ancestros

Aunque ya tengo parras adultas dando fruta dentro de mi bosque Natural de alimentos, que usamos para comer y elaborar pasas, este año he decidido incluir una viña de uvas tintas para hacer mi propio vino.

Los sarmientos seleccionados son de dos tipos fundamentalmente. Por un lado, una clase tinta única, llamada Rome, muy peculiar y rica, que es autóctona de esta zona de montaña encrespada, y de la que ya existen muchas avanzadillas para la denominación de origen. Y, por otro lado, una uva tinta, de procedencia riojana, que está ya muy bien adaptada a estos terrenos.  

Las viñas, en Agricultura Natural, no se labran, el trabajo consiste en crearles un ecosistema de bosque combinado, con coberturas variadas y acolchado, para que tengan el sol que les hace falta y las tierras mullidas y nutridas. La vid es una planta muy especial, con una raíz muy profunda, el labrado en zonas secas como esta, se ha practicado, desde hace cientos de años, con la única intención de recoger el agua de la lluvia, para que no caiga toda por los balates hacia las cañadas.

Llevo años practicando y diseñando, en diferentes fincas de agricultores alternativos, formas más naturales de actuar en la viña, muy eficientes, sin necesidad de dañar la tierra. Fundamentalmente, aparte de la siempre arboleda, consisten en recoger el agua a través de pendientes inversas en la misma viña, con muretes de piedra y caminos de acceso que hacen de balsa natural. Estas maneras, que he aprendido de mi propia experiencia, no sólo tiene esa ventaja mencionada, sino que, además, entre otras muchas cosas, el trabajo de preparación y la recolección, en las fuertes pendientes, se hace muy cómodo.

Los muretes de piedra para abancalar, es un conocimiento milenario, que llevo trabajando durante veinte años, observando cómo lo hacían los antiguos, en un pacto con nuestros ancestros, y también innovando nuevos posibles recursos. Funcionan de maravilla, y sirven, no sólo para las viñas, sino para todo tipo de cultivos; duran toda la vida si se saben hacer bien, son técnicas naturales realmente asombrosas.

En la imagen de hoy, podéis apreciar el primer trabajo de esta viña. Junto a la recién acabada tarima circular de meditación, elaborada en madera con 4 metros de diámetro, llamada "Clara luz", he aprovechado las pendientes entre los bancales de cereal y otros cultivos. La viña nunca va sola, en este caso, tenemos arboleda, recién incorporada de granados, un arce japonés, almeces, alguna leguminosa, olivos, un almendro salvaje que voy a injertar en ciruelo del terreno y diversas aromáticas.

Para todos los que queráis profundizar un poco más en este tema, podéis acudir a la página 178 y siguientes del libro, parte I, de Vida Natural Consciente, la AN.

Feliz entrada de marzo!