viernes, 9 de diciembre de 2022

El camino correcto

 

El otro día me topé con un sobrecilo de azúcar que decía: “Cien pasos equivocados en el camino correcto es mejor que mil pasos correctos en el camino equivocado”. Esta frase anónima merece de una linda reflexión.


En principio, el camino correcto no debería ser aquel que dicen otros que lo es, el camino correcto debería ser aquel que uno, con capacidad critica, es decir, con pensamiento creativo propio, ha logrado engarzar con sus sentir. O dicho de otra manera, debería ser aquel camino que uno siente y piensa que es el correcto. Esto nos llevaría a la disyuntiva de pensar que cualquier cosa pensada y sentida por un sujeto podría ser correcta, pero es un pensamiento incorrecto, porque, dicho solo así, no contendría el engarce armónico con el sentir para que podamos considerarlo correcto. Veámoslo. 


Tanto el sentir como el pensar, en sus participaciones conjuntas, contienen múltiples formas que pueden ser positivas o negativas, para nosotros mismos como para lo demás, sin embargo, cuando ambas coinciden armónicamente en un sujeto, en un plano de acoplamiento de corazón y mente decidida, resulta que es positivo, aunque este suceso contenga pasos ‘equivocados’ que podrían aparentar que son ‘malos o negativos’. Lo increíble de este acoplamiento excepcional, es que lo que es positivo, desde tal acoplamiento, para el sujeto, lo es también para su entorno, es decir, para el objeto y, con ello, para lo colectivo. 


Pero, ¿cómo podemos identificar y estar seguros de que ha sucedido ese acoplamiento armónico y que, por tanto, designamos como correcto?. La única manera es descubriendo que aquello que pensamos y sentimos, nos retorna a la raíz de todas las cosas, es decir, nos da paz y visión amplia sobre aquello que siempre permanece; nos conecta, de manera certera, con lo que es imperturbable e imperecedero. 


Uno puede tener un pensamiento negativo que coincida con un sentimiento negativo, o un pensamiento positivo que coincida con un sentimiento negativo, o un pensamiento negativo que coincida con un sentimiento positivo, pero, aunque nos parezca eso correcto en un momento determinado, porque así lo pensamos y sentimos, esta coincidencia jamás es armónica por sí misma, porque la Naturaleza, que es imperecedera, te hará ver que todo aquello -que designamos como negativo-, aun con coincidencia con lo positivo, era equivocado, no era completamente positivo y no contiene, con ello, el acoplamiento armónico. La Naturaleza está por encima de cualquier experiencia de sujeto, pues Ella es ‘eterna’ y el sujeto no. Sin embargo, este hecho, no hace que el sujeto no pueda conectar con Ella, de hecho, sucede que, con nuestra capacidad de pensar y sentir correcto, todos aquellos pasos equivocados que tomemos no armónicos, debido a nuestra naturaleza perecedera, nos dirigen al pilar fundamental de lo eterno, siempre y cuando mantengamos el camino correcto, es decir, siempre que sepamos mantener la visión general sobre el acoplamiento armónico. Esto quiere decir que todo sujeto tiene la capacidad para conectar con el camino correcto, aunque se equivoque cien veces y esto nos lleva, directamente, al camino de la sabiduría, que es imperecedera, y que nos conecta con la auténtica esencia de la Naturaleza.  


“Mil pasos correctos en el camino equivocado”, significa apariencia de correcto porque puede contener algo positivo, pero no contiene, por sí mismo y como objetivo del sujeto, el acoplamiento armónico, por lo que el camino general es equivocado


En la imagen que muestro hoy, podemos apreciar un bosque donde destacan un arce japonés, con sus rojos preciosos, engarzado a un madroño que forman hermoso túnel que nos dirige a casa. Este es un camino correcto, así me lo dijeron, y me lo dicen aun, mi pensar y mi sentir en acoplamiento armónico, aunque, en el proceso de construcción, surgieran cien equivocaciones, que las hubo, sin ninguna duda. Atendamos a una cosa muy importante, esta hermosa expresión de la Naturaleza, no es ni única, sino una expresión determinada, dentro de un universo múltiple de expresiones posibles, que fue desarrollado desde un sujeto ‘equivocado’ que entendió, en su pensamiento crítico creativo y su sentir, no perder su propio camino correcto, y que, con ello, provocó, gracias a la propia energía de la Naturaleza libre, una armonía en el entorno y en otros sujetos dentro del bosque, con lo que todo se conectó, en este sentido, con la bellísima expresión de lo imperecedero. Este suceso está en la mano y puede ser enfocado dentro de cada uno de los sujetos humanos de esta tierra. Es esa la gran maravilla de la humanidad y la esperanza que nos lleva.