jueves, 16 de diciembre de 2021

Permitid que nos contagiemos de salud

 

El sistema político y todos los medios de comunicación oficiales, amparados en las sentencias y previsiones de las autoridades sanitarias, nos dicen que las poblaciones de personas -que no necesitan tratamiento alguno por el Covid-19 debido que poseen una buena capacidad natural inmunológica y, por ellos mismos, no corren apenas riesgo alguno con dicha enfermedad-, estas son: niños, adolescentes, la gran parte de los jóvenes y muchos mayores, sanos todos ellos, son un problema a solventar, según palabras del ECDC.

Con estos precedentes, argumentan ­-a un nivel sin precedentes de persecución, denigración y discriminación-, que tales personas sanas deben medicarse, es decir, que, aun contando con una salud impecable y sin peligro natural alguno para ellos, se les considera una amenaza para los que están más débiles, porque, tal como ellos esgrimen: son un “reservorio de virus” peligrosos para las poblaciones débiles.

Agudicemos el sentido común más elemental, ¿es esto cierto de que las “autoridades” sanitarias, nos fuerzan a poner en riesgo peligroso y evidente a esas poblaciones sanas -se conocen sobradamente los potenciales efectos secundarios peligrosos de esta llamada medicina, génica y química, del mismo modo, se conoce que las personas sanas no contagian nada salvo salud-, para, supuestamente, salvar a los más débiles? ¿de verdad que es esto cierto, o es un espantoso sueño?

No sé, pero a mi me parece que esto viola la ética más básica. Yo, hombre “débil” ya mayor, jamás pondré voluntariamente en peligro a un hijo mío para, quizás –, salvar mi propia vida.

Con todo ello, de la parte que me corresponde como ser humano, desde la Agricultura Natural de Vida Natural Consciente, sólo puedo expresar mi negativa y rechazo a supuesta “medicina” química transgénica, aplicada a toda Naturaleza viva sana expresada: aguas, tierras, fuegos y aires, plantas, animales y humanos fuertes. Creo y confío en la vida, creo y confío en la Naturaleza, nadie jamás podrá destruirla mientras haya un solo ser vivo en este mundo que crea y confíe en ella. Los seres de la Naturaleza no somos ordenadores que fallan, no necesitamos crear ningún antivirus químico-génico para que nuestra vida sea saludable.

Permitidme que me contagie de salud, que abrace a mis hijos y mis seres queridos, permitidme sentir el contagio libre del aire sano y de cada uno de los demás elementos -del sol y las aguas puras-, permitidnos que nos contagiemos de la salud de los seres de esta tierra, permitid que nos contagiemos de esa paz implícita de la salud natural, que nos contagiemos de naturaleza viva, que nos contagiemos de fortaleza para nuestros cuerpos, en el trabajo de las tierras, al contacto pleno de nuestros seres queridos. Permitidnos que nuestras sonrisas y felicidades corran por cada poro de nuestro cuerpo y nos contagiemos todos de ello, sin amenazas ni miedos, permitidnos, a mí a mis hijos y a todos los padres e hijos, ser contagiados de libertad, expresarnos tal como queremos vivir, que nadie, con una ética natural consciente, puede hacer un daño esencial a nadie, sino el más profundo bien. Permitidnos a los más débiles, aun con el sufrimiento y la dureza que eso conlleva, que aceptemos la enfermedad y la muerte naturales, como un proceso insoslayable natural de la vida. Salud para todos y todo, es ese nuestro único deseo y motivación.  

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