martes, 17 de septiembre de 2019

La alelopatía absoluta no existe



Una zona de mi huerta se encuentra bajo un buen ejemplar de pino piñonero que yo mismo planté hace unos 15 años. Después de haber madurado y de unos años de abonos verdes, la tierra de alrededor se ha transformado, desde una tierra muy alcalina y blanca, en una más esponjosa y nutrida. Se dice que la acidez de las acículas de los pinos no permite la germinación de las semillas y de ahí su alelopatía. Esto es cierto de manera científico-matemático, sin embargo, en un ambiente relativo, donde no sólo hay pinos, no se produce. Podemos apreciar en la foto 2 cómo germinan rábanos blancos sobre un manto de acículas de pino.
Por otro lado, siempre podemos también aprovechar la acidez de los pinos para poner plantas adecuadas, como son por ejemplo las fresas -su acolchado con acículas de pino es perfecto-. Junto a las fresas, hemos cultivado cebollas, ya en plena cosecha. Crecen también pimientos, mejoranas, oréganos, puerros y cenizos nacidos espontáneamente, lo cuál es una señal de una tierra en muy buen estado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario