miércoles, 17 de agosto de 2022

Agricultura y productividad

 
Tal como fue expresado en el Tratado de Agricultura Natural en pág.35, AGRI-CULT-URA, en su ámbito etimológico, que es origen de lo que fue y es, y, por ello, su verdad implícita, es "aquella actividad (URA) de campo (AGRI) en el sentido de cultivar y habitar a su vez (CULT)" -cult viene de círculo en griego, habitar, de donde aparece después también cultivar-.

Con ello, tenemos dos tipos de agricultura: aquella que, no habitando en el campo, se encuentra bajo la autoridad del círculo de la ciudad y aquella que, aún con cierto círculo, es, sobre todo, abierta e integradora con el campo.

Que no os engañen, la verdad cierta es que agricultura ni está obligada a alimentar, ni a dar riqueza ni poder a los de ciudad, ni tampoco está obligada a vivir con su círculo de habitar fuera de campo. Por tanto, no contiene, necesariamente, ni su orden técnicas (llámese arado, llámese regenerativo, llámese compost, etc.), ni su orden económico de lo que la ciudad llama productividad.

Con ello, si la agricultura no está condicionada -ni dirigida- necesariamente al círculo ciudad, y puede, con toda su propia identidad, mantener una relación relativa con el "círculo", más acorde y cercana a la Naturaleza, podemos pensar en una Agricultura libre, que comparte y no compite, con habitantes libres de la misma condición.

Pensémoslo bien, cuando se habla de productividad en el campo, para quien es productivo? Sinceramente, solo lo es para latifundistas, intermediarios y habitantes de la ciudad. Los dos primeros obtienen grandes fortunas, de las que ejercer gran poder, y los terceros, obtienen comida de sobra al antojo y capricho todo el tiempo y cuando quieren, cuando no es nada natural que así sea.

Las consecuencias de ello es que, q la vez que destrozamos tierras, aguas, bosques, etc, el 46% de la producción de fruta y verdura acaba en la basura, mientras los pequeños y medianos agricultores siguen sin poder "vivir" tal como manda el canon ciudad.

No sabemos cuál es la solución exacta al problema, pero sí sabemos que en ninguna agenda basada en la tecnología y creada por grandes latifundistas o poderosos sabelotodos y profetas de baja alcurnia, está la solución. Cualquier sistema milagroso de productividad -abundancia, según el canon de ciudad-, es un auténtico engaño. Ni la tecnología ni la ciencia derivada, podrá jamás sustituir el maravilloso devenir de la Naturaleza.

El camino, si no la solución matemática, se encuentra en que la agricultura debería comenzar a elegir su propio "círculo" lejos de la ciudad y su sistema feroz de productividad que manejan cuatro gatos, cultivando en su propia Naturaleza, recuperando los valores auténticos que Ella contiene y que está con nosotros desde el compartir, el dejar en paz la manipulación de Ella, con el decrecimiento tecnológico y económico que eso conlleva. Hablamos de habitantes naturales y conscientes del mundo, despegados de lo tecnológico, recuperando ecosistemas y su propio interior, siendo libres y felices.

Una parra cultivada en Agricultura Natural da uvas naturales, sin más complicaciones y un pimiento es un pimiento, simplemente, desde su propia semilla natural.

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